Dan cuatro años de cárcel a científico mexicano por espió para Rusia

El científico mexicano Héctor Alejandro Cabrera Fuentes ha sido condenado a cuatro años y un día de prisión por espiar para Rusia, lo anterior durante una audiencia celebrada este martes en Miami, Estados Unidos.

‘Estoy sumamente arrepentido de mis equivocaciones. Todos cometemos errores en la vida y este es el más grande de la mía’, expresó momentos antes de conocer la sentencia al mismo tiempo de pedir perdón al Gobierno de Estados Unidos.

El científico oaxaqueño de 37 años apareció en un tribunal Federal de Miami acompañado únicamente por sus abogados y vestido con el uniforme caqui de la cárcel, quiso encarar la última audiencia de su proceso solo, sin la presencia de su familia. 

También se dio a conocer que el acuerdo que estableció le impidió apelar la sentencia y contempla un período de tres años de Libertad supervisada tras cumplir la condena. Sus abogados solicitaron, además, que estuvieran en una cárcel del sur de Florida para poder estar lo más cerca posible de sus familiares. 

Cabrera Fuentes fue detenido en el aeropuerto de Miami en febrero de 2020, después de ser vigilado durante días por agentes. En un interrogatorio, el científico admitió que había seguido a un agente del FBI y fotografiado la matrícula de su coche a pedido de un funcionario del Gobierno de Vladímir Putin. La imagen fue tomada por su esposa, enviada por WhatsApp y hallada en la carpeta de archivos removida recientemente de su teléfono.

Esa fue la última misión que un funcionario ruso encomendó a Cabrera Fuentes, pero no fue la primera. El científico comenzó a colaborar y mantener una comunicación constante con el aparato de inteligencia del Kremlin desde marzo de 2019, casi un año antes de su finalización.

Las pesquisas expusieron a detalle las tácticas de las que echan mano las agencias rusas para recabar información estratégica y reclutar a nuevas fuentes.

Asimismo, las investigaciones también destaparon los motivos por los que el científico arriesgó su prolífica carrera. Cabrera Fuentes reconoció que tenía una doble vida: tenía una familia en México y, al mismo tiempo, separado por millas de kilómetros, otro matrimonio en secreto y dos hijas con una mujer rusa que radicaba en Alemania.

La segunda mujer del científico tuvo que volver a Rusia para volver a un trámite administrativo, pero las autoridades no permitieron volver a salir del país.

En Mayo de 2019, Cabrera Fuentes viajó a Moscú para ver cómo podría conseguir que su familia pudiera volver a suelo alemán y ahí se reunió por primera vez con su contacto con el Gobierno de Putin.

‘Nos podemos ayudar esas’, le dijo el hombre, cuya identidad no se ha revelado. Por lo anterior, el trato era que el científico mexicano hacía lo que le pedían a cambio de que el misterioso funcionario destrabara el embrollo burocrático en el que estaba envuelto su familia. A partir de ahí, no hubo marcha atrás.

Con información de Agencias

Foto: Facebook / Pixabay

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