Peligroso ciclo de represalias en Oriente Medio: Guterres

Luego de los ataques israelíes dentro de Irán cerca de una central nuclear a primera hora del viernes, el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo una nueva apelación a todas las partes para «detener el peligroso ciclo de represalias en Oriente Medio».

«El Secretario General condena cualquier acto de represalia y hace un llamamiento a la comunidad internacional para que trabaje unida con el fin de evitar que se produzcan nuevos hechos que podrían tener consecuencias devastadoras para toda la región y más allá», afirmó en un comunicado emitido por su Oficina.

Por su parte, el director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, instó a la «extrema moderación» de todas las partes, tras más de seis meses y medio de guerra en Gaza que ha alimentado el temor a un conflicto regional más amplio. 

«El OIEA puede confirmar que no hay daños en las instalaciones nucleares iraníes” y el director general Grossi «sigue pidiendo extrema moderación a todo el mundo y reitera que las instalaciones nucleares nunca deben ser un objetivo en los conflictos militares», dijo la agencia de la ONU en un tuit, después de que los medios de comunicación no confirmaran que posibles ataques con drones habían tenido como objetivo la provincia iraní de Isfahán, que alberga instalaciones nucleares y guarniciones militares. 

También en Ginebra, la Oficina de Derechos Humanos (ACNUDH) instó a todas las partes a «tomar medidas para apaciguar la situación» rápidamente. 

«Pedimos a los terceros Estados, en particular a los que tienen influencia, que hagan todo lo que esté en su mano para garantizar que no se deteriora aún más una situación ya de por sí extremadamente precaria», declaró su portavoz, Jeremy Laurence.

Destrucción insensata

Dominic Allen, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para Palestina describió su última misión a la Franja para evaluar el impacto de los ataques israelíes sobre la asistencia sanitaria en los hospitales asediados de las provincias del norte, el centro y el sur.

Allen insistió, a través de una conexión de vídeo desde Jerusalén, en que los últimos hospitales que quedan en la Franja, incluido el Hospital Nasser, el segundo más grande, “se aferran a la vida mientras son un salvavidas para las mujeres embarazadas de Gaza”. 

«Lo que he visto me rompe el corazón… Es indescriptible. Lo que vemos allí es equipo médico roto a propósito; ecógrafos, que como sabrán es una herramienta muy importante para ayudar a garantizar partos seguros, con cables que han sido cortados, y otros equipos médicos complejos con las pantallas destrozadas. Así pues, destrucción intencionada y gratuita en la maternidad».

Antes de que comenzaran los intensos bombardeos israelíes en respuesta a los atentados terroristas dirigidos por Hamás en todo el sur de Israel el 7 de octubre, el hospital Nasser de la ciudad meridional de Jan Yunis contaba con una sala de maternidad que los equipos del UNFPA han apoyado y abastecido durante años.

Para volver a ser plenamente funcional, el hospital necesitará, como mínimo, reacondicionar los servicios de agua y saneamiento y reparar los generadores eléctricos dañados. «Pero me paré junto al almacén (donde) entregamos suministros hace muchos meses y estaba literalmente ardiendo; hay mucho trabajo por hacer para intentar restablecer esa línea vital», dijo Allen.

Foto de X

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