Es en serio. ¿Tienen los profesionales médicos y todo el personal de asistencia las medidas adecuadas para tratar a los pacientes de #Covid19 en los hospitales públicos y privados de Puebla?
Sí no es así, tenemos muy poco tiempo para corregirlo.
Apenas hay decenas de casos en Puebla ¿qué pasará cuando sean miles?
¿Alguna autoridad sanitaria podría responder esta pregunta?
Esto viene a cuento porque después de que varios pacientes con síntomas de #Covid-19 llegaron de Vail, Colorado a Puebla, fueron atendidos en el hospital Ángeles.
En el mismo hospital, un camillero -cuya identidad protejo- fue contagiado en el proceso de dar atención a los pacientes.
Me asegura personal del Hospital Ángeles que su área de terapia intensiva ya fue rebasada por enfermos que se presume padecen Covid-19.
Está claro que no funcionan los protocolos de protección al personal médico, y eso lo demuestra el contagio del camillero.
El camillero del Ángeles fue trabajador jubilado de la BUAP, por lo que ingresó al Hospital Universitario donde identificaron la presencia de sangre en la orina y un fuerte dolor abdominal.
El paciente fue ingresado con insuficiencia renal, sin embargo, a pesar de la adecuada atención médica brindada en el HUP, falleció por problemas en los pulmones relacionados con neumonía.
Los médicos del HUP aplicaron la prueba, dando positivo para coronavirus, pese a que no presentó síntoma respiratorio alguno.
Algo muy preocupante es que fuentes cercanas a la familia me informan que la esposa del camillero del Ángeles, quien trabaja en un Hospital público, cuyo nombre tampoco revelaré, también ha comenzado a presentar los síntomas correspondientes al Covid-19.
A partir de estos hechos, el fallecimiento tiene que ser investigado por las autoridades sanitarias federales para descartar cualquier tipo de contagio con más integrantes de la familia y compañeros cercanos del universitario y también investigar si se cumplieron los protocolos de protección para trabajadores médicos en el hospital más costoso de Puebla.
Tenemos que cuidar a los enfermeros, anestesistas, camilleros, médicos, internistas… a todos. Ellos son los soldados de esta batalla. Sin ellos la perderemos.
Gracias y hasta mañana.
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